¡Qué clase de democracia he vivido!

Por: Susana Acea Terry

Cuando escuché al Presidente de nuestro Parlamento  explicar todo lo transcurrido desde abril del 2016 hasta ahora  en relación con los documentos del VII Congreso del Partido me convencí que merecemos vencer. Pero lo que no comprendo, por mucho que lo pienso, cómo es que otros no entienden.

Al llegar a mi edificio ese primer día de debate en comisiones me comenta el portero que se encontraba leyendo el periódico Granma, donde se informaba que más de 1 millón 600 mil personas fueron consultadas y participaron en el debate de los documentos, que en su opinión era mayor el número de participantes. Lo que llama la atención no es la duda del dato sino sus reflexiones, un ciudadano humilde es capaz de hacer cálculos de ese tipo porque él es parte del ejercicio democrático desplegado durante todo este trayecto.

Pero aún me conmovió los números expresados por el Vicepresidente del Consejo de  Ministro  y Jefe de  la Comisión de Implementación y Desarrollo, cuando expuso la cantidad de participantes en los debates desde el inicio del proceso de intercambio y discusión de los documentos y la cantidad de propuestas y modificaciones, que más allá de lo cuantitativo refleja la cualidad superior, a pesar de las grandes limitaciones en el orden material que se pueda estar atravesando y que causan sufrimientos a nuestro generoso pueblo. Pero un pueblo que comprende lo que hay que hacer en cada momento de la historia, porque él, todos los días, hace su historia.

Tal vez para algunos pueda parecer algo de los mismo, pero por ello es que sigo explicando lo que viví en los días recientes en la sesión del órgano superior del Estado. Pareciera que no fuera suficiente lo discutido hasta ese día 31, pues reunidos en 4 comisiones de trabajos,  presididas además por miembros del máximo organismo de dirección partidista, del Buró Político, comenzaba nuevamente el intercambio, sin embargo los representantes del pueblo  reconocían el valor de los documentos  y a la vez alertaban. ¿Cuál es una de las principales alerta? Hacer todo lo que haya que hacer para evitar que se concentre la riqueza y la propiedad. Porque todos comprendemos lo que significaría si ello ocurriera.
El Día internacional de la Infancia, regaló a los niños cubanos el respaldo unánime del Proyecto de país que queremos y que no solo será para defender las conquistas si no para desarrollarnos cultural y éticamente.
La sesión del día 1 de junio, como dijera una de las diputadas, coincidía con el Día Internacional de la Infancia, regaló a los niños cubanos el respaldo unánime del Proyecto de país que queremos y que no solo será para defender las conquistas si no para desarrollarnos cultural y éticamente.
Pero el espíritu democrático no quedó en la aprobación y respaldo a los documentos, sino que se reafirmó que no tienen un carácter estático, tienen la flexibilidad suficiente para responder a situaciones cambiantes propio de los nuevos tiempos en que vivimos.

He asistido a diversos  cónclaves en diversos países de América Latina y  Europa, de los que albergo buenos recuerdos, sobre todo los vinculados al sector educacional y gubernamental, en ninguno de ellos he visto desplegada  de manera sistémica un ejercicio de tan verdadera democracia como los que se ocurren en la sociedad cubana, pero en particular, el de la discusión de los Documentos Programáticos del Partido y la Revolución.

Cuando me preguntan amigos, colegas y familiares sobre mi parecer de lo ocurrido en la Asamblea Nacional del Poder Popular, entre el 31 de mayo y el 1 de junio, no puedo dejar de expresar mi alta satisfacción por lo vivido y el impulso al cumplimiento diario de mis deberes revolucionarios con la Patria y el Pueblo que tenemos. Como expresó el miembro del Buró Político y Primer Vicepresidente del Consejo de Estado y de Ministro, Miguel Dìaz-Canel Bermúdez, ha sido “Un ejercicio que ha reafirmado la capacidad de pensamiento de nuestro pueblo”.




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